









Poesías




Espacios.
A veces me pienso
Cómo un barco en el medio de un océano.
Porque uno debe irse muy lejos
Para ir al medio del mar.
Y para llegar
al medio de uno mismo,
también debemos viajar
varios mares.
Cómo el barco
en el océano,
como vos,
como yo.
Como todos estos colores que nos unen,
como todos estos atardeceres que compartimos sin vernos.
Como todas estas palabras
y tus ojos que me leen.
Y nos llevan al medio.
para que nos veamos un poco los dos
a través de cada uno.
Y así viajar juntos
y llegar tan lejos
como un barco
En medio del océano.
Y así sin más
serlo.
Ser ese barco
Y ese océano.
Fundando este, nuestro medio
que se nos desliza muy adentro,
mientras los relojes se derriten de envida
y los diccionarios se queman de impotencia.
Llegar a encontrarnos,
y entendernos,
y fundirnos en este abrazo
como abraza el mar al barco
en el medio de su océano.
Gabriel Marcomini


PEDACITOS
¿Dónde estarán
todos los pedacitos
que nos faltan
a todos?
¿Vivirán en un mundo
Junto a todas las lágrimas
Que hemos derramado?
O junto a las risas que no reímos
Y callamos.
¿Estará también allí
la risa del otro?
¿Habrán florecido allí
Las semillas que no plantamos?
¿Se habrán regado con la humedad que nos quitamos,
para dejarnos esta aridez?
¿Dónde habitará este espacio?
¿En el horizonte
o cerca de la esencia?
¿Habrá diferencia entre estas distancias?
¿Dónde estarán
todos los pedacitos de vida
y todas las utopías
que nos faltan a todos?
Gabriel Marcomini








No nos hicimos daño.
Dolió como duelen todas las despedidas,
Nos quedamos solos, vacíos,
como sucede cuando un nosotros
se conjuga en pasado.
No nos hicimos daño.
Lo negamos, nos enfadamos,
nos rendimos y lo aceptamos,
transitando Nuestro propio duelo.
Libres, como el amor
pudimos elevarnos a su altura.
Aceptando el dolor
de dejar volar las alas.
Solo al amor,
nos permitió superarnos.
Sin derrumbar nuestras construcciones,
sólo dejándolas de habitar.
Manteniéndola brillante eternamente,
con tu recuerdo, y el mío.
En la memoria de un hermoso momento
Que se quedó sin tiempo.






GRIETAS.
Hay grietas que destrozan
El orgullo del absoluto.
Hay ranuras profundas,
Desde la esencia misma del ser
Hasta la inocencia de tus ojos,
Hasta el asombro de los míos.
Hay fallas que no fallan,
porque sus espacios liberan,
donde lo humano nos encuentra
y los amores son legítimos.
Siempre amé las grietas,
Porque al dejarme entrar me aventuro a ir,
Porque cuando te atreves a entrar
me purificas.
Y es allí donde nace el amor,
A la muerte de la pasión,
Entre las húmedas grietas de una montaña
y no entre las frías paredes inhabitables.
Donde echan raíces,
Tus labios y mi boca,
Donde nacemos y morimos y renacemos y nos creamos,
Donde los cuerpos se unen y se desarman para ser.
Donde los corazones laten alegres
donde los ojos ven
Cerrando los parpados.
Amo las grietas,
Como las estrellas guías del navegante.
Que también son brillantes grietas
Que le escapan a la oscuridad de la noche.
Desde allí te reconozco porque conozco
los mares donde me aventuro a transitar
donde el posible,
es más que el imposible.
Donde elegir
Rompe con la rutina del destino,
Y superando miedos te dejo entrar,
Y me dispongo a habitarte.




